Cuando yo era un niño siempre me preguntaba si algún día volvería a ver la imagen de mi padre regresando de la mina. Cada día le esperaba sentado junto a la puerta de mi casa con los brazos abiertas. Siempre le recibía con un fuerte abrazo y daba gracias por que el siguiese con vida. Pero una mañana de un viernes le dije "que tengas un buen día papá". Le esperé como de costumbre, pero nunca volvió. Un amigo suyo nos comunicó que murió como un valiente bajo una tonelada de escombros. Ahora cada día mando una carta a mi padre, es la única manera de seguir en contacto con el. Pero, por muchos años que me quede de vida, yo se que siempre le llevare con migo, en el corazón. Te quiero papá. #Elsilenciodelasminas