Fotografía tomada durante las tandas nocturnas en Rideland, Iscar, Valladolid. Para esta toma, usé un flash iluminando desde un angulo de + o - 45º hacia la izquierda por detrás de la moto, sujeto por un amigo, para iluminar la tierra que se levanta al acelerar y separar al piloto del fondo negro, la iluminación frontal es con los focos del circuito.
En 1996 es la primera vez que tengo contacto con el arte a través de la pintura callejera. Después de varios años en esta disciplina y haber vivido innumerables aventuras nocturnas, decido abandonarlo y tómo contacto con una disciplina que siempre estuvo presente en mi familia, la fotografía. Son años de aprendizaje, formación y experimentación sin mayor pretensión que la divertirse y buscar un lenguaje propio. Todo esto se lo debo en gran parte a mis padres, ambos aficionados a la fotografía desde hace mucho tiempo, así, que siempre tuve una cámara a mi alcance siempre que la necesite y el resto lo aprendí de manera autodidacta y ayudado por consejos de amigos fotógrafos. Es a partir de 2012 donde ese periodo de maduración empieza a dar sus frutos y siente la necesidad de llegar a más gente que a su circulo de amigos. Las técnicas que empleo son muy variadas, desde los barridos hasta el Ligh Painting, pasando por el Strobist, dependiendo del momento y las necesidades para realizar la fotografía que tengo en la mente.
Comentarios (1)
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Maravillosa.