Aprovechando la Luna llena de Junio, que este año coincidía con el Solsticio, varios amigos fotógrafos quedamos para cazarla saliendo tras el imponente pueblo de Espejo. Las condiciones eran inmejorables, el aire estaba limpio y transparente, no había una sola nube. A una distancia de algo más de 14 km del castillo de Espejo, en mitad de un campo de trigo recién segado, sacamos nuestras cámaras y trípodes y esperamos que saliera por el lugar esperado. Yo puse mi cámara unos 300 metros más atrás para cazar también a los cazadores. Un momento realmente inolvidable.