Esta fotografía la hice en uno de los barracones de Auswitch y me impacto la escena ya que en medio de tanto dolor era impensable la belleza de una flor. La flor estaba depositada en una de las camas en los que dormían más de 8 personas. Seguramente algún familiar la depositó ahí en su visita al campo. Para mí refleja muchas cosas pero la más importante que a pesar de lo terrible o horroroso que sea este mundo el amor sigue existiendo.
Fotoperiodismo
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